Cuando se trata de la nube, las empresas europeas miran bien: exigen la soberanía de los datos, la tecnología y la operación, y se toman el tema de la seguridad muy en serio. Y está bien así. Pero ojo, solo esto no basta. ¿Qué deberían tener en cuenta las empresas a la hora de elegir un servicio de nube? Los decisores tienen que examinar la sostenibilidad de los servicios de nube. Solo así harán una elección con futuro.
Es importante que las empresas concilien las ventajas de las tecnologías digitales y las exigencias de sostenibilidad. Pero para eso necesitan un marco regulatorio general que tenga en cuenta y sopese la complejidad de ambos temas y de todo el ecosistema.
Steffen Roos, Detecon
Hace unas semanas hice un viaje de trabajo a Estados Unidos. Hacía más de dos años que no estaba allí. Fue una experiencia muy bonita y excitante. Antes de la pandemia iba casi todos los meses a visitar a clientes o socios. Pero en el futuro me reuniré mucho más a menudo con ellos por videoconferencia, en vez de subirme a un avión para ir a verlos. La pandemia y el cambio climático me han hecho más sensible y reflexivo. Por eso mantendré la nueva costumbre de los encuentros virtuales. No solo los jóvenes de Fridays for Future dirigen su atención hacia lo que hace la vida y el trabajo sostenibles. También la mayoría de las empresas se proponen objetivos climáticos ambiciosos hasta el día X, por convicción y porque las crecientes regulaciones las obligan. Así que ellas también deberían dirigir su atención hacia el grado de sostenibilidad y soberanía de los servicios de nube que adquieren. Pues es hora de ampliar el concepto de la soberanía.
Se entiende por soberanía digital el hecho de actuar y tomar decisiones de manera autodeterminada en el espacio digital. Mi colega Oliver Queck describió de forma clara lo que se entiende por soberanía en su recomendable artículo de blog «Die Suche nach Souveränität». Cuando se trata de la nube y los servicios de nube, se tienen en cuenta por lo general tres elementos: soberanía de datos, soberanía de software y soberanía operativa. Sin dudas, estos tres elementos son muy importantes. Pero por sí solos no bastan. Un servicio de nube soberano ha de ser también sostenible para para tener futuro. En mi opinión, este es el cuarto elemento imprescindible de la soberanía, porque es el único con miras al futuro. Para mí, soberanía significa autodeterminación, y sin sostenibilidad, esta no funciona. Si relegamos la sostenibilidad a un segundo plano, pagaremos por este error tarde o temprano. Cada usuario debe poder determinar el nivel de respeto con el medio ambiente de los servicios de nube soberanos que usa.
La pregunta es cuán graves son. Sabemos que todos tenemos que contribuir a la lucha contra el cambio climático. Cada persona, cada empresa, cada sociedad y cada país. Pues todos estamos en el mismo bote y solo juntos lo podemos mover, ahora y en el futuro. Claro que, en el futuro, hay que contar para todo con la digitalización. Pero, por desgracia, esta no conduce automáticamente a una mayor sostenibilidad. Con la digitalización se dispara el volumen de datos y, con ellos, la cantidad de centros de datos que tienen que procesarlos y almacenarlos. La tecnología de la información genera actualmente casi el cuatro por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por suerte, todavía hay margen para reducir las emisiones de la TI. Según la asociación Bitkom, solo en Alemania se podrían ahorrar 64 millones de toneladas de CO2 si la industria digital fuera sostenible.
Una cosa está clara: las empresas que no logren adoptar tecnologías respetuosas con el medio ambiente dejarán de ser competitivas en el futuro, porque las regulaciones legales se harán cada vez más estrictas y las expectativas de los clientes e inversionistas, cada vez mayores. Las empresas que deseen convertirse en empresas impulsadas por datos con ayuda de la nube, necesitan una nube segura y sostenible. Los proveedores de nube que no logren ofrecer servicios soberanos y sostenibles en los próximos cuatro a cinco años pasarán pronto a la historia. De eso estoy seguro. Pero también veo la responsabilidad de los clientes, pues su elección será solo soberana, si eligen los servicios y centros de datos con la mayor eficiencia energética. Así, las empresas dirigen automáticamente la digitalización en la dirección de la protección climática.
La investigación ha concluido que los centros de datos muy grandes usan la energía de forma más eficiente que los centros de datos o salas de servidores pequeños. No obstante, también tienen que demostrar que son sostenibles. Y para ello necesitamos directrices sobre lo que se ha de entender por centros de datos, plataformas y modelos operativos sostenibles. Actualmente hay mucho movimiento. El Pacto verde de la Unión Europea prevé alcanzar la neutralidad climática para 2050. El precio impuesto al CO2 está aumentando sin pausa y la UE está fomentando las inversiones ecológicas a través de la Directiva de eficiencia energética, la Directiva de energías renovables y el Reglamento de taxonomía. Y esta evolución ya llegó también a los centros de datos: han surgido varias iniciativas al respecto, como el «EU Code of Conduct for Energy Efficiency in Data Centres» y el «Pacto para los centros de datos climáticamente neutros». El plan climático de la UE «Fit for 55» pretende reducir las emisiones de CO2 para 2030 en un 55 % como mínimo y elaborar un índice de sostenibilidad para centros de datos.
Los proveedores de nube están obligados a actuar. Esto me parece bien, porque así se separa el grano de la paja. Quien quiera salvar su pellejo comprando certificados, ya perdió de antemano. Está previsto que «Fit for 55» elabore nuevos KPIs, por ejemplo para medir el consumo de energía/recursos por potencia de cálculo. A más tardar para 2025, la huella de CO2 será uno de los criterios más importantes a la hora de elegir un servicio de nube, estiman los analistas de Gartner. Por eso, los clientes deberían invertir ya en soluciones que prometan soberanía y sostenibilidad por igual. Así evitarán el riesgo de tener que volver a acometer una cara y trabajosa transformación a la nube dentro de unos pocos años y, al mismo tiempo, reducirán su huella ecológica con ayuda de su TI.
La soberanía sola ya no basta. Por eso, los proveedores empezaron hace mucho ya a incrementar la sostenibilidad de sus centros de datos: Google pretende satisfacer toda su demanda de energía de forma neutra en CO2 para 2030 con ayuda, por ejemplo, de la energía eólica y la geotérmica. También T-Systems se ha fijado una meta ambiciosa con el «Net zero-energy data center», es decir, un centro de datos que, bajo condiciones óptimas, no consume energía de la red eléctrica pública y se abastece por completo con energía neutra en CO2. Para alcanzar esta meta cooperamos con el Instituto Fraunhofer IFF en un proyecto de investigación en nuestro centro de datos de Biere, en Sajonia-Anhalt. Aquí analizamos y probamos el empleo de la fotovoltaica, una mejor tecnología de refrigeración, aprovechamiento del calor residual y computadoras más eficientes. Además, cooperamos con productores de energía eólica. Asimismo, en 2021, nos adherimos al Climate Neutral Data Center Pact, un pacto entre operadores de centros de datos y asociaciones comerciales comprometidos con el Pacto verde europeo.
¿Dominará la nube soberana nuestro entorno de nube del futuro? No, pero enriquecerá nuestro entorno multinube. Las empresas la emplearán donde requieran un nivel de seguridad especialmente alto para sus datos. Pero con los servicios de nube sostenibles la cosa es diferente. Estos son imperativos. Y serán una condición esencial del éxito futuro. No solo dominarán el mercado, sino que tampoco dejarán espacio para otras ofertas que traten los recursos con menos respeto. La infraestructura de TI no solo debe ser avanzada, sino también respetar el medio ambiente. Solo así será competitiva a largo plazo. Si te interesa la computación verde y quieres saber más sobre cómo las empresas pueden medir y reducir la huella de CO2 de su infraestructura de nube, lee mi artículo «Sind Digitalisierung und Nachhaltigkeit vereinbar?».
Me encantaría recibir tus preguntas y sugerencias. Escríbeme: thomas.rumpf@t-systems.com
