«Uno es responsable no solo por lo que hace, sino también por lo que no hace». Este dicho me salió el Fin de Año en una galleta de la suerte. Y me inspiró para el texto de este blog. Pues, para poder aprovechar la digitalización como posibilitador de la sostenibilidad, hace falta mucho más que emplear tecnologías innovadoras. Es decisivo pensar desde el principio en la sostenibilidad en todo el sistema. Así asumimos responsabilidad.
Está claro que las empresas tienen que continuar su transformación digital y, al mismo tiempo, volverse más sostenibles urgentemente. Esto abarca los temas ambientales como también los aspectos sociales y la gobernanza. Las empresas también tienen que cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Según este, la economía mundial tiene que reducir sus emisiones en más del 42 % hasta 2030, en más del 72 % hasta 2040 y en más del 91 % hasta 2050. Las empresas que quieren satisfacer las expectativas de sus empleados, clientes e inversionistas apuestan por una transformación integral y aprovechan la innovación digital para lograr una mayor sostenibilidad. ¿Pero quiénes son en realidad las «empresas» y la «economía»? Todos nosotros: cada empleado y empleada, igual qué función desempeñen y a qué nivel.
Toda transformación digital necesita estos tres pilares:
La digitalización puede proteger el clima y el medio ambiente si empleamos soluciones digitales sostenibles. Para lograr esto, las empresas deberían apostar desde el principio por un enfoque de sostenibilidad por diseño y planificar la sostenibilidad como un componente intrínseco de todos los procesos. Empezando por los procesos de desarrollos y los procesos básicos. Con soluciones digitales podemos reducir las emisiones dañinas a un mínimo o incluso evitarlas por completo. Al mismo tiempo, las tecnologías digitales permiten planificar, controlar y comprobar medidas para alcanzar una mayor sostenibilidad. Así, la digitalización puede ahorrar hasta diez veces más energía que la que consume. Este blog describe cómo podemos combinar la sostenibilidad y la transformación a la nube. Muestra que los objetivos climáticos no se pueden alcanzar con tecnologías obsoletas.
Gartner cuenta las tecnologías sostenibles entre las diez tendencias estratégicas para 2023. Por tendencias sostenibles, estos investigadores de mercado entienden las soluciones que aumentan la eficiencia energética y de materiales de los servicios de TI y les permiten a las empresas implementar mejor los criterios ESG. Entre ellas cuentan tecnologías como inteligencia artificial, automatización, análisis de datos o servicios en la nube que ayudan a ahorrar recursos, determinar las necesidades concretas y monitorear los riesgos potenciales, como paradas de la producción o cuellos de botella en los materiales y las cadenas de suministro. La base para el empleo de estas tecnologías, así como para una gestión de la sostenibilidad activa y moderna, son datos de alta calidad. Por lo tanto, muchas empresas tienen que mejorar su base de datos y sus capacidades de análisis combinando tecnologías, pues con los datos no falla la regla «Garbage in = Garbage out». La calidad de los datos es y seguirá siendo en el futuro más importante que la cantidad.
Los datos permiten la transparencia necesaria para poder analizar y mejorar los procesos, ya que, mientras mejor comprenda una empresa el modo de funcionamiento de los productos, sistemas o servicios, más fácil le será optimizarlos e impulsar la sostenibilidad. Además, los datos proporcionan las bases para innovaciones y nuevos modelos de negocio. Para ello hay que disponer de suficientes datos de calidad, por ejemplo para entrenar el algoritmo de la inteligencia artificial. La IA puede mejorar la sostenibilidad ecológica si esta última se incluye desde el principio y se mantiene durante todo el proceso de entrenamiento y perfeccionamiento de la IA. Así la IA puede convertirse en una «IA verde» y ayudar en muchas áreas, por ejemplo en el urbanismo. Así, por ejemplo, la ciudad española Gijón se convirtió en una ciudad inteligente.
Las tecnologías innovadoras se emplearán cada vez más en el urbanismo inteligente y la administración de las ciudades. Por ejemplo para la separación de residuos: robots sorteadores inteligentes equipados con cámaras y sensores pueden separar los residuos con una exactitud del 98 % y contribuyen así a un mejor reciclaje. O para ampliar la red de cables de fibra óptica. Gracias al proceso basado en IA en la Open Telekom Cloud se pueden calcular los costos de ampliación de una manera mucho más exacta, y también mucho más rápida y escalable. La planificación automatizada reduce el tiempo de planificación en hasta un 75 %. ¿Pero cómo se pueden visualizar, medir y monitorear todas estas medidas? Con el SDG Dashboard «Syrah Sustainability» de T-Systems, las organizaciones públicas y privadas pueden controlar sus indicadores de sostenibilidad de un vistazo. Estas informaciones agregadas conforman una buena base para tomar decisiones.
Las tecnologías innovadoras solo pueden surtir efecto si las empleamos bien. Y aquí las personas juegan un papel central. En el caso de la transformación sostenible, el CIO y su equipo asumen un «doble rol»: con la elección de las soluciones digitales sostenibles sientan las bases para una TI verde. Así contribuyen de manera decisiva a que la empresa trabaje de forma respetuosa con el clima y el medio ambiente. Y, por el otro lado, el equipo de TI posibilita enfoques impulsados por datos para la digitalización de productos, servicios y procesos, desde la transparencia y el control hasta la transformación de los procesos empresariales. Así se puede aumentar la eficiencia energética y de recursos, y reducir las emisiones de carbono. Tanto en el área de TI como en todas las demás áreas de la empresa no se trata solo de implementar medidas, sino también de buscar ideas e iniciativas nuevas. El personal es la clave para más sostenibilidad. En el blog pasado abordé el tema de cómo las empresas pueden lograr más sostenibilidad en su rutina laboral.
…como para ser sostenibles? Las tecnologías inteligentes no bastan. Está claro que, sin estándares, directrices y transparencia globales, y datos comparables, no se puede reconocer ni el estatus ni las áreas de acción. Está claro que ya desde hace mucho es urgente actuar de forma más responsable y usar los recursos de forma más eficiente y cuidadosa. Y la digitalización crea las bases para lograr una transformación integral y nos da la oportunidad de enfocarnos en la sostenibilidad y cambiar nuestro modo de actuar en general. Allí donde antes despilfarrábamos, o lo seguimos haciendo, debería ser fácil cambiar la forma de pensar y adoptar un enfoque de «menos es más». Pero tenemos que abordar esto y cambiarlo a nivel de todo el sistema. Es hora de pensar diferente y actuar, pues el futuro depende de lo que hagamos hoy.
¿Qué nos impide volvernos sostenibles?
PS: ¿Qué galleta de la suerte te inspira para 2023?
