La salud digital permite un intercambio de datos seguro y más rápido, acelera los procesos y mejora la calidad de los diagnósticos médicos. Por ejemplo, en clínicas e institutos de investigación se emplea la IA para dar un tratamiento más específico a los pacientes. Así se puede, por ejemplo, reconocer mejor los indicios de cáncer en las imágenes de resonancia magnética y comenzar el tratamiento más temprano. La plataformas supraregionales, como Telehealth 360, ayudan proporcionando los datos para el análisis. La soluciones digitales, como los informes médicos electrónicos, reducen la burocracia al hacer innecesarios la impresión en papel y el envío postal.
Para impulsar la transformación digital y poder reaccionar a la evolución futura, las empresas tienen que contar con la infraestructura de TI adecuada: potente, escalable y económica. La interconexión es un elemento clave del sistema de salud del futuro. Las plataformas interconectan consultorios, clínicas y hospitales, institutos de investigación, seguros médicos y asociaciones médicas, incluso a nivel internacional. El intercambio de información con otros actores permite desarrollar aplicaciones de salud digitales y tratamientos más individuales y eficientes. La base para esto es la nube pública.
Los datos de salud cuentan entre los datos más sensibles. Su protección es prioridad absoluta para las empresas, por el interés de sus pacientes, pero también por su propio interés. Pues una insuficiente protección de datos puede tener consecuencias legales. Pero, por el otro lado, muchos actores del sector de la salud no cuentan con las capacidades para crear una nube privada que les ofrezca la misma flexibilidad y rentabilidad que la nube pública. La Telekom Healthcare Cloud te ofrece dos ventajas decisivas: conformidad con la protección de datos y seguridad.