Durante décadas, el intercambio electrónico de datos (EDI) ha sido el eje de la industria automovilística. Sin embargo, también conlleva algunos retos. La falta de personal en un sector complejo y altamente técnico, la costosa integración de socios en términos de tiempo, la adaptación a protocolos de comunicaciones y formatos de datos en cambio constante: la lista es interminable. Y todos estos retos pueden interponerse en el objetivo real de toda empresa automovilística: superar a la competencia por medio de innovaciones. Por tanto, ¿cuál es la respuesta?