Es la pieza central de la transición de la movilidad y la parte más importante del coche eléctrico: la batería. Hasta ahora, la mayoría de los fabricantes tienen su sede en Asia. Pero esto va a cambiar: la UE y el gobierno alemán están fomentando la expansión de las capacidades de producción para el desarrollo de baterías. El objetivo: acelerar la electromovilidad. Y es que se prevé que en 2030 circulen por las carreteras alemanas 15 millones de vehículos eléctricos. La digitalización puede acelerar la producción de baterías «made in Europe».
La producción sigue caracterizándose por generar elevadas tasas de desperdicios. Los fabricantes también tienen que pensar más a lo largo de la cadena de suministro y planificar un suministro eficiente «just in time» de los componentes de partida y las materias primas. Las tecnologías digitales como el IoT (Internet de las cosas) ayudan a coordinar mejor las cadenas de suministro y a encajarlas con la planificación de la producción. Para que los controles de calidad sean más fiables y eficaces, los fabricantes pueden combinar cámaras con los procesos de IA establecidos. Por ejemplo, una solución de T-Systems ayuda a detectar y rectificar fallos al revisar cordones de soldadura.
En el futuro, los fabricantes de baterías tendrán que supervisarlas de forma óptima durante toda su vida útil, entre otros, porque a partir de 2026 los requisitos normativos para la industria con el pasaporte de baterías de la UE se centrarán aún más en la sostenibilidad. A partir de ese momento, todos los procesos relacionados con los materiales, el desarrollo, la producción y el funcionamiento de la batería deberán ser transparentes, desde la huella de CO2 hasta la proporción de materiales reciclados. Esta transparencia puede lograrse con tecnologías digitales.
Las simulaciones en el metaverso industrial aceleran la planificación de fábricas para la Industria 4.0 y reducen así los costes de los proyectos. Antes de construir las primeras plantas y máquinas, los fabricantes de baterías pueden optimizar los procesos de desarrollo, trabajo y producción en el gemelo digital de su fábrica o entrenar a sus IA en el metaverso industrial. Con el apoyo de T-Systems, un OEM europeo utiliza el metaverso industrial para responder en tiempo real preguntas del tipo "qué pasaría si…". En el modelo digital en 3D, esta empresa analiza los efectos de los cambios previstos sobre la producción y evita así errores de planificación durante el funcionamiento.
Cualquiera que desee cumplir los requisitos normativos o específicos de su sector debe poder registrar y facilitar sus datos. Catena-X se ha establecido como norma para el intercambio de datos y puede posibilitar casos prácticos como el pasaporte de baterías. T-Systems ayuda a las empresas a empezar a utilizar Catena-X, por ejemplo con herramientas y tecnologías como PDM WebConnector. Esta funciona como un eje central de datos y reduce la complejidad del big data en segundo plano. Así se facilita su intercambio posterior.