Ante la escasez de mano de obra cualificada y la presión por ser más competitivos, sostenibles y resilientes, además de capaces de reaccionar con rapidez a los cambios del mercado o los imprevistos, las nuevas tecnologías inteligentes se utilizan cada vez más para automatizar procesos manuales complejos. Estas incluyen, además de la automatización robótica de procesos (RPA) y la gestión de procesos empresariales (BPM), la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (ML) y los robots informáticos.