Para tener éxito, las empresas deben garantizar la seguridad de sus procesos empresariales. Esto entraña importantes retos, puesto que para ganar en flexibilidad, deben utilizar el cloud. Al mismo tiempo, hay que proteger la información crítica, como la inversión en investigación y desarrollo, y los datos personales, y además cumplir las exigencias normativas del sector al que pertenecen. La solución es la soberanía digital, ya que les ofrece un control total de sus datos y sistemas.
Las empresas, sobre todo las de sectores muy regulados, como las administraciones públicas, bancos, aseguradoras y sector sanitario, siguen posponiendo el uso de servicios cloud. Esto se debe a que temen perder el control de sus datos. Para garantizar la seguridad de los procesos empresariales, los datos deben estar disponibles de forma fiable en el cloud computing y protegidos contra los accesos no autorizados. La soberanía de los datos impide que personas no autorizadas puedan manipular, borrar, copiar o ver los datos almacenados en el cloud.
Además de los requisitos internos o específicos del sector, las empresas y las autoridades también deben tener en cuenta las directrices legales. La protección de los datos sensibles, por ejemplo, es una cuestión de absoluta prioridad en Europa, y así se refleja en la legislación. Por lo tanto, al utilizar el cloud, las empresas y las autoridades públicas también deben tener en cuenta el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que exige una atención especial y un elevado nivel de protección a la hora de tratar datos personales.
Si las empresas migran sus procesos, aplicaciones o cargas de trabajo al cloud, deben poder confiar en que el rendimiento y la seguridad de la plataforma en el cloud seguirán siendo buenos en el futuro. Y aquí es donde entra en juego la soberanía operativa. Esta garantiza que los futuros reajustes que realice el proveedor del cloud no infrinjan el principio de soberanía. Además, la soberanía del software permite a las empresas evitar la dependencia de un único proveedor, ya que las aplicaciones y servicios se pueden migrar con facilidad a cualquier otra infraestructura de TI en cualquier momento.
