A menos de 150 kilómetros de Bad Birnbach, desde junio de 2018, convoyes de camiones autónomos se han unido a los vehículos sin conductor entre Múnich y Núremberg en la
Digital Testbed Autobahn (DTA); inaugurado en 2015, se trata de un tramo de la autopista, de 140 kilómetros, equipado con sensores y radares de última generación para obtener datos precisos en tiempo real sobre el flujo, la densidad o la velocidad del tráfico, conectado por 5G para una comunicación en tiempo real de vehículo a vehículo. Eso facilita la interacción sencilla en la comunicación de máquina a máquina (M2M) y por lo tanto la conducción automática en tiempo real en la autopista alemana A9 sin que otros conductores se den cuenta de ello. Empresas e instituciones de investigación pueden utilizar este tramo de la autopista para poner a prueba la conducción conectada y sus efectos en la seguridad, eficiencia y consumo de carburante en tiempo real. Un conductor con formación especial se sienta al volante del primer vehículo, mientras que los otros no tienen conductor, controlados por ordenadores de a bordo conectados. “No solo es cuestión de utilizar la
tecnología; se trata de incorporarla de manera significativa dentro de la cadena logística”, comenta el director general de MAN, Joachim Drees. “Los resultados de la investigación de la interfaz humano-máquina verán su reflejo en los avances tecnológicos”, indica Christian Haas, director del Instituto de Investigaciones Sanitarias Complejas de la Universidad Fresenius, uno de los socios en el proyecto. “Esperamos que nuestros descubrimientos puedan contribuir a entender y diseñar mejor otras interfaces digitalizadas humano-máquina”, añade.
También hay un tramo de pruebas de este tipo en Berlín: la
Digitally Connected Protocol Route, o DIGINET PS en su forma abreviada. Desde el verano de 2017, la industria automovilística, en cooperación con empresas tecnológicas e instituciones de investigación, ha puesto a prueba cómo funciona la conducción autónoma con el tráfico denso de la capital alemana, entre Großer Stern y Ernst-Reuter-Platz. Vehículos y sistemas de gestión del tráfico pueden acceder de manera automática y procesar toda la información relevante, como la densidad del tráfico, los obstáculos y los atascos en el trayecto. El vehículo se detiene de manera automática frente a los semáforos en rojo y su ordenador de a bordo reduce de manera automática la velocidad si hay congestión del tráfico. “Con nuestros datos queremos destacar las ventajas y los inconvenientes de la conducción autónoma y por lo tanto generar una mayor aceptación del público”, dice el profesor Sahin Albayrak, director ejecutivo del Laboratorio DAI en la Universidad Técnica de Berlín. “Al mismo tiempo, ponemos todos los resultados a disposición de otros para que sirvan de base para otras soluciones novedosas”.
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