En la actualidad estamos viviendo una revolución en el desarrollo de software, puesto que es la inteligencia artificial la que escribe el código. ¿Los humanos van a quedar obsoletos en el desarrollo de software? Al contrario, van a ser cada vez es más importantes.
En primavera de 2025, Dario Amodei, el fundador de Anthropic, predijo en una entrevista con el think tank estadounidense Council on Foreign Relations que en un plazo de tan solo entre tres y seis meses, la IA escribiría el 90 % del código. Con esto, Amodei predice una revolución en el desarrollo de software. ¿Qué va a cambiar? El trabajo de los desarrolladores de software y de todos los que trabajan con código de software. Programarás menos por tu cuenta. Comprobarás, probarás y adaptarás más. En el futuro, las herramientas de IA escribirán el guión. Y los desarrolladores de software se encargarán de revisarlo. El ser humano sigue siendo extremadamente relevante en esta nueva distribución de papeles. Los humanos debemos mantener una visión de conjunto cuando la IA genera código a una velocidad vertiginosa. Tenemos que estar despiertos. Quizá más que nunca. Debemos ser capaces de entender qué significan los distintos elementos del código y cómo interactúan entre sí. Tenemos que ampliar nuestras propias mentes y analizar de manera crítica el código generado por la IA. La IA genera el código. Nosotros seguimos teniendo la responsabilidad.
Los humanos debemos mantener una visión de conjunto cuando la IA genera código a una velocidad vertiginosa. Tenemos que estar despiertos. Quizá más que nunca.
¿En el futuro, la descripción del puesto de desarrollador de software será cosa del pasado? En absoluto. Lo primero que hay que comprender es que desarrollar software es algo más que escribir código. Escribir el código es un paso determinante en todo el proceso de desarrollo de software, de eso no hay duda. Sin embargo, escribir el código es solo la parte manual. El desarrollo de software abarca tanto aspectos manuales como de ingeniería. Según mi experiencia, para dominar correctamente la parte manual, es decir, escribir código, los desarrolladores humanos necesitan innumerables horas de práctica. La tarea realmente compleja en el proceso de desarrollo de software es comprender cuál es la necesidad del cliente, qué problema se debe resolver con ayuda del código, cómo se debe estructurar la arquitectura, qué diseño se debe elegir para obtener el mejor resultado, cómo interactúan los distintos componentes del código entre sí y con el sistema informático circundante y, por último, cómo hay que gestionar el proyecto y la comunicación con todas las partes interesadas del proyecto. En ocasiones, esto requiere tacto en las relaciones interpersonales, una gran experiencia y conocimiento del contexto, creatividad y visión de futuro. Se trata de habilidades que se desarrollan cada vez más en los sistemas de IA, pero que al mismo tiempo son las características que distinguen a los desarrolladores de software experimentados y competentes.
Tengo una visión: en el futuro, los desarrolladores de software humanos y los sistemas de IA trabajarán codo con codo en el proceso de desarrollo de software. Se complementarán, se estimularán mutuamente, se cuestionarán y, en esta fructífera y eficaz dualidad, desarrollarán el mejor software posible para el cliente.
Desde hace unos meses, T-Systems utiliza una solución que ayuda a los desarrolladores de software con el código: el AI Engineer. AI Engineer genera, documenta y prueba automáticamente el código. La solución domina lenguajes de programación actuales como Python o Typescript. También puede manejar código antiguo en Cobol o C++ y ayuda a traducirlo al lenguaje de programación moderno deseado. Ahora AI Engineer puede programar en cuestión de minutos aplicaciones que antes tardaban meses en desarrollarse. Por ejemplo, una aplicación que asigna llaves virtuales temporales de coches a amigos y muestra todas las características del vehículo y los niveles de llenado en un salpicadero. O bien una oficina digital del ciudadano donde solicitar el DNI y notificar un cambio de residencia. Basta con un simple prompt con las especificaciones deseadas. AI Engineer hace el resto. Genera y traduce código, y lo documenta, estructura y prueba para que pueda reproducirse en el proceso posterior de desarrollo de software y adaptarse en módulos. Los desarrolladores gestionan el AI Engineer, realizan el control de calidad y comprueban cómo integrar el código en la infraestructura informática existente del cliente.
AI Engineer reduce el proceso de desarrollo de seis meses a solo unos minutos, incluidas pruebas e implantación. Con tan solo un breve prompt en lenguaje natural. Como parte de nuestros AI Foundation Services, AI Engineer demuestra los revolucionarios avances en el campo de la IA, reduce los costes y maximiza el potencial empresarial de nuestros clientes.
Gracias a AI Engineer, ahora los aproximadamente 1100 desarrolladores de T-Systems disponen de más tiempo para tareas más exigentes que requieren más creatividad o conocimientos contextuales. AI Engineer permitirá aumentar considerablemente la productividad y reducir los costes de desarrollo de software.
Cuando se utiliza el AI Engineer, la responsabilidad recae en el desarrollador de software. Este tiene la herramienta en sus manos y controla cómo y con qué fin se genera el código. AI Engineer se ha desarrollado de acuerdo con las normas de seguridad y privacidad más exigentes y se ha sometido a una exhaustiva evaluación de privacidad y seguridad. También cumple los elevados requisitos que Deutsche Telekom impone a sus soluciones de IA y se ajusta a la Ley de IA de la UE.
AI Engineer forma parte de los AI Foundation Services de T-Systems, que proporcionan un entorno seguro para el desarrollo, las pruebas y la producción de modelos de IA y ayudan a las empresas a escalar las soluciones de IA de forma eficiente y segura.