Las empresas prestan cada vez más atención a la soberanía de datos, el control de costes y el cumplimiento normativo. Por este motivo, el cloud privado está experimentando un resurgimiento. Hace tiempo que dejó atrás la imagen de solución complementaria obsoleta y se ha consolidado como una opción moderna y estratégica. Sobre todo en Europa, el cloud privado se está convirtiendo en un elemento central de las arquitecturas cloud robustas, independientes y sostenibles. Descubre aquí por qué el cloud privado es el futuro.
El cloud privado ha tenido un problema de imagen durante muchos años porque se consideraba estático, caro y menos ágil que las plataformas actuales de cloud público. Se veía como una solución obsoleta para empresas especialmente reacias al riesgo. Pero esta percepción ha cambiado en los últimos años. Las empresas se están dando cuenta poco a poco de que optar conscientemente por el cloud privado no es dar un paso atrás. Por el contrario, es avanzar hacia una mayor precisión, control y orientación al objetivo.
Ante la creciente madurez del cloud en todos los sectores, las empresas están reevaluando sus requisitos. Sin duda, el cloud público ha impulsado la innovación, pero siempre va asociado a limitaciones. Los costes ocultos, los riesgos legales, los problemas de latencia y las fluctuaciones en el rendimiento son inaceptables, sobre todo en sistemas críticos para el negocio. Muchas empresas se están dando cuenta ahora de las principales ventajas del cloud privado: su estabilidad, previsibilidad y seguridad. En otras palabras, el cloud privado es una base sólida para una modernización integral a nivel de empresa.
Esta toma de conciencia marca el inicio de una nueva era de aplicaciones híbridas en la que el cloud privado se considera un elemento facilitador y no una opción secundaria. Como resultado, puede decirse que el cloud privado moderno se adapta mejor que cualquier otra solución a los requisitos empresariales actuales.
Lo que diferencia el cloud privado de nueva generación de sus predecesores es que está evolucionando hacia una plataforma integrada potente, compatible e híbrida.
Las empresas modernas plantean cinco requisitos a su solución en el cloud:
Las plataformas de cloud privado de última generación ofrecen todo esto. Devuelven a los equipos informáticos el control sobre su configuración digital, sin limitaciones en términos de escalabilidad. Y lo que es más importante, gracias al cloud privado, los responsables de TI pueden tomar decisiones de implantación basadas únicamente en sus requisitos empresariales y no están limitados por su proveedor.
Estas características son muy importantes en los mercados regulados. En Europa, donde la autonomía digital se está convirtiendo cada vez más en una necesidad estratégica y normativa, las ventajas del cloud privado no son solo de carácter técnico, son pertinentes política y económicamente. Veámoslo más de cerca en el contexto europeo.
En Europa, el debate sobre el cloud no se limita a los costes y la comodidad. Aquí son importantes muchos otros aspectos, como los valores, la soberanía, la protección de datos, la seguridad, la responsabilidad y la autonomía. Debido a un gran número de normativas, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y los requisitos específicos del sector, el cumplimiento técnico, por sí solo, no es suficiente. Dónde y cómo se procesan los datos debe ser gestionable y controlable.
Los proveedores de clouds públicos, aunque tengan su sede en Europa, suelen estar gestionados por empresas matrices internacionales que pueden estar sujetas a distintos ordenamientos jurídicos. Esto es particularmente problemático en el caso de datos muy sensibles o regulados. Por ello, las autoridades y las empresas europeas están optando por modelos de cloud que no solo son flexibles, sino que también ofrecen seguridad jurídica.
Una incidencia reciente ha reavivado el debate sobre la jurisdicción en el sector digital. Un proveedor de alojamiento global restringió temporalmente el acceso a las cuentas de correo electrónico de las empresas. Si bien los hechos del caso no están directamente relacionados con la legislación europea, la situación muestra cómo la dinámica jurídica en un contexto transfronterizo puede afectar a la continuidad de un servicio para los usuarios europeos. Por ello, las empresas y los responsables políticos se inclinan por infraestructuras de cloud gestionadas localmente que garanticen la seguridad jurídica y la continuidad operativa dentro de las fronteras de la UE.
El cloud moderno cumple estas exigencias. Permite el alojamiento local, los procesos soberanos y una administración auditable. En muchos sentidos, está adaptado con precisión al contexto europeo, donde los valores democráticos y la autonomía estratégica forman parte de las iniciativas digitales desde el principio. T-Systems ha desarrollado una solución de cloud privado que cumple las exigencias legales y las expectativas de rendimiento de los clientes europeos.
La Future Cloud Infrastructure (FCI) de T-Systems no es una mera plataforma de cloud privado, sino la base de una estrategia multicloud moderna, segura y sostenible. Ha sido diseñada para cumplir las más estrictas normas europeas de protección de datos y las exigencias de conformidad específicas del sector. Combina la flexibilidad de un cloud público con la controlabilidad, soberanía y fiabilidad de un cloud privado. Plataformas como la FCI son componentes clave para las empresas europeas que buscan más independencia en sus procesos digitales. No son tan solo un complemento del cloud público, sino una solución independiente para todos aquellos que conceden la máxima importancia a la seguridad jurídica y la autonomía operativa.
En el complejo panorama digital actual, las empresas se enfrentan a numerosos retos, como el aumento de los costes del cloud, la gestión fragmentada de múltiples clouds y las crecientes restricciones normativas. Las cargas de trabajo locales anticuadas frenan la innovación y aumentan la huella ecológica. Aquí es exactamente donde entra la FCI, convirtiéndose en la solución ideal para las empresas que se encuentran ante el dilema del cloud híbrido.
Cinco consideraciones importantes a la hora de decidirse por una solución cloud:
Gracias a la FCI, puedes responder afirmativamente a todas estas preguntas.
Qué diferencia la FCI de otras soluciones:
Arquitectura híbrida
La perfecta integración con VMware y las principales plataformas de cloud público, como AWS, Google Cloud y Microsoft Azure, garantiza una auténtica portabilidad de las cargas de trabajo y el aprovechamiento de las sinergias multicloud.
Opciones de implantación versátiles
Independientemente de si deseas configurar una solución dedicada, compartida o local, la FCI se adapta a tu entorno informático y ofrece total transparencia y control; tanto de manera autogestionada como respaldada por los servicios gestionados de T-Systems.
Cumplimiento normativo y seguridad sin concesiones
La FCI funciona en los centros de datos europeos de alta seguridad de T-Systems. Cuenta con la certificación ISO y cumple el RGPD, los requisitos SAP RISE y las normas de adquisición del sector público. Además, permite a los usuarios crear fácilmente sus propios informes de cumplimiento y llevar a cabo auditorías.
Sostenibilidad integrada
La sostenibilidad es imprescindible hoy en día. La FCI funciona con energía 100 % renovable en los centros de datos ecológicos certificados. Por tanto, te ayuda a reducir tu huella ecológica y a modernizar tu TI al mismo tiempo.
Un ecosistema cloud para las empresas
La FCI se ha desarrollado en colaboración con líderes del sector como Lenovo, NetApp, Intel y Broadcom. Ofrece un rendimiento de nivel empresarial y seguridad de costes a largo plazo, sobre todo para cargas de trabajo VMware.
La FCI no es una infraestructura estática. Es más bien un ecosistema dinámico que permite a los clientes establecer, operar y escalar procesos digitales, y al mismo tiempo cumplir los requisitos estratégicos y legales. Sin embargo, ¿qué significa esto en la práctica? Así lo demuestra el ejemplo de Continental AG.
Referencia: Continental AG, líder mundial en el campo de la tecnología automovilística, ha modernizado su extenso entorno SAP y, como parte del proceso, ha migrado 450 sistemas a la FCI en Fráncfort. Gracias a esto se lograron unos procesos operativos estables y conformes con la normativa de la UE sobre residencia de datos, la prestación de servicios eficientes de extremo a extremo y un control de costes planificable. El proyecto fue algo más que una simple mejora técnica. Aumentó la flexibilidad y marcó el rumbo de las innovaciones digitales a largo plazo en Continental. Esto demuestra que, con una planificación y una implantación adecuadas, un cloud privado no genera costes, sino que supone una ventaja estratégica.
No se puede negar que las estrategias cloud han cambiado. Las empresas ya no se plantean únicamente la cuestión de «público o privado». Ahora los responsables de TI están desarrollando ecosistemas híbridos y multicloud que se adaptan con precisión a los requisitos de las respectivas cargas de trabajo, así como a los requisitos de cumplimiento y los objetivos de sostenibilidad de la empresa. De acuerdo con este nuevo paradigma, el cloud privado ya no es solo pertinente, es esencial.
Constituye la base de cargas de trabajo críticas con elevados requisitos de rendimiento, seguridad y cumplimiento de normativas. Es un componente importante en la modernización de los sistemas SAP y ERP, también en industrias con un alto rendimiento y estrictas normativas de protección de datos, como los sectores financiero y sanitario. También garantiza que los sistemas del sector público cumplan la normativa nacional sobre soberanía de datos. Además, proporciona la infraestructura necesaria para las tareas de IA y aprendizaje automático. Esto acelera los procesos locales, pero siempre dentro del marco de los requisitos legales.
Este enfoque permite a las empresas integrar los servicios de cloud público según sus necesidades y mantener el control total allí donde importa. Soluciones como la FCI de T-Systems ofrecen a las empresas compatibilidad nativa con Kubernetes, automatización DevOps completa e integración perfecta en diferentes entornos.
Sin embargo, el papel del cloud privado es incluso más importante en el contexto europeo. Aquí no solo se requiere rendimiento y flexibilidad, sino que también es igual de importante orientar el crecimiento digital hacia los valores europeos. La FCI se desarrolló con los siguientes objetivos:
Europa no persigue tendencias, marca pautas en el uso ético de los datos, la transparencia de los ecosistemas digitales y las tecnologías respetuosas con el clima.
Así que la cuestión ya no es si el cloud privado debe formar parte de tu estrategia. Lo que importa es: ¿con qué rapidez puedes convertirlos en parte integrante de tu infraestructura digital independiente, sostenible y preparada para el futuro?
Hace tiempo que se superaron los viejos prejuicios contra el cloud privado. Ahora se considera un paso adelante hacia un futuro digital soberano, seguro y sostenible. Con la arquitectura adecuada, las empresas pueden ser más ágiles e innovadoras sin renunciar al control.
T-Systems te ayuda con la implantación:
Desarrollemos juntos una solución cloud soberana y sostenible, a tu medida. Habla con nuestros expertos en el cloud y prepara tu empresa para el futuro con el cloud híbrido.