En 2019, en Norteamérica se registraron aproximadamente 10 000 millones de trayectos en transporte urbano público, cifra que cambió drásticamente en marzo de 2020. Después de que la pandemia mundial por COVID-19 llegara también a Estados Unidos en enero, muchos estados optaron por el confinamiento. Con la ayuda de T-Systems, una empresa de transporte urbano respondió a las inquietudes de los pasajeros y sus trabajadores. Implantando escáneres de temperatura, la empresa logró recuperar la confianza de los usuarios de autobuses y enviar un potente mensaje tanto a clientes como a empleados. El aumento de las cifras de pasajeros resultó crucial para evitar consecuencias económicas dramáticas. T-Systems implementó una robusta solución fácil de usar en un tiempo récord de aproximadamente 40 días.
Los escáneres de temperatura nos permitieron ayudar a la empresa de transporte urbano a recuperar la confianza de los usuarios de autobuses.
Matthew Oaks, Gestor de proyectos de T-Systems
El confinamiento redujo el uso de autobuses y trenes al mínimo. No obstante, las empresas de transporte continuaron sufriendo los efectos incluso después de levantarse el confinamiento: los ciudadanos seguían teniendo reparo a la hora de usar el transporte público por el posible riesgo de contagio. Muchas empresas de transporte urbano han atravesado una situación crítica. Aquellas que no han logrado refinanciar los costes operativos de la flota de vehículos y del personal han sufrido dificultades económicas. En mayo de 2020, una empresa estadounidense de transporte urbano solicitó a T-Systems que desarrollara una solución para aumentar la seguridad de los viajes en autobús. Esta debía estar lista rápidamente.
T-Systems propuso usar escáneres en la entrada de los autobuses para medir la temperatura de los pasajeros que subieran. Estos escáneres eran tablets de 8'’ con un sistema operativo Android. Estas funcionan de manera local, sin un backend en el cloud, por lo que no necesitan conectividad, y vienen equipadas de serie con una cámara y un escáner de temperatura. La temperatura corporal de los pasajeros que suben a los autobuses se comprueba en cuestión de segundos a través de una app. Si los valores se encuentran dentro de unos determinados rangos de tolerancia, la pantalla muestra un mensaje positivo y permite el acceso al autobús. Si, por el contrario, la temperatura corporal de un pasajero supera el límite, este no podrá subir al autobús. La empresa de transporte encargó 200 dispositivos para sus vehículos. Además, algunos se instalaron de forma fija en las entradas de los edificios de oficinas propios para proteger también a los trabajadores de un posible contagio. El proyecto se implementó en aproximadamente 40 días.